Velocidad de impresión: ¿qué es y por qué es importante?

La velocidad de impresión se refiere al número de páginas que una impresora es capaz de producir en un minuto, indicado comúnmente como “ppm” (páginas por minuto). Este parámetro es crucial al elegir una impresora, ya que determina el ritmo de trabajo que el dispositivo puede sostener, afectando directamente la eficiencia en entornos donde se manejan grandes volúmenes de impresión. Por ejemplo, una diferencia significativa existe entre una impresora con una velocidad de 10 ppm frente a una de 30 ppm; la última ofrece una productividad tres veces mayor. La velocidad debe considerarse junto con la capacidad óptima de impresión mensual para encontrar el equilibrio perfecto según las necesidades de impresión.

¿Qué es y por qué es importante la velocidad de impresión?

La velocidad de impresión mide la capacidad de una impresora para emitir páginas en un lapso determinado, generalmente expresada en páginas por minuto (ppm). Esta capacidad es fundamental para mantener un flujo de trabajo ágil, especialmente en contextos profesionales o de negocio donde el tiempo es un recurso valioso. Una impresora con alta velocidad de impresión puede manejar mejor las demandas de trabajo intensivas, evitando cuellos de botella y mejorando la productividad general.

¿Cómo se mide la velocidad de impresión?

La velocidad de impresión se mide utilizando el estándar internacional ISO/IEC 24734, que proporciona una metodología consistente y confiable para comparar la rapidez de diferentes impresoras bajo condiciones estandarizadas. Este método considera varios factores, como el tipo de documento, si la impresión es a color o en blanco y negro, el uso de impresión a doble cara y el tipo de papel. De este modo, se asegura una comparación justa entre dispositivos, facilitando a los usuarios la elección basada en datos comparables y significativos.

¿Qué factores pueden afectar la velocidad de impresión?

Diversos factores pueden influir en la velocidad de impresión, incluyendo el tipo de conexión entre la impresora y el ordenador (USB, WiFi), el software de impresión utilizado, y las características del documento a imprimir, como su complejidad y si se imprime en color o blanco y negro. Otros aspectos, como el sistema operativo del ordenador y la calidad de impresión seleccionada (alta, normal, borrador), también pueden modificar la velocidad efectiva de impresión. Por tanto, es esencial considerar estas variables al evaluar la rapidez de una impresora.

¿Qué tipo de impresoras son las más rápidas?

Las impresoras láser son reconocidas por su alta velocidad de impresión, gracias a su tecnología de tóner y mecanismos de fijación que permiten imprimir rápidamente grandes volúmenes de trabajo. Estos dispositivos son ideales para entornos de oficina o negocios con altas demandas de impresión, donde la eficiencia y la rapidez son críticas. Las impresoras láser ofrecen no solo velocidad sino también calidad y fiabilidad, convirtiéndose en la opción preferida para muchos usuarios en contextos profesionales.

Cómo elegir la velocidad de impresión adecuada según el ciclo de trabajo mensual.

El ciclo de trabajo mensual de una impresora es un factor crucial al elegir el equipo adecuado, ya que determina la capacidad y la velocidad de impresión según la cantidad de páginas que se imprimen mensualmente. Según las recomendaciones:

  • Hasta 500 páginas al mes, se sugiere una velocidad de al menos 10 páginas por minuto.
  • Para 1,000 páginas, se aconseja un mínimo de 15 páginas por minuto.
  • Con 2,000 páginas, no menos de 20 páginas por minuto son ideales.
  • Si se llega a 4,000 páginas al mes, se requiere un mínimo de 35 páginas por minuto.

Estos valores garantizan un rendimiento óptimo y una vida útil adecuada para la impresora, evitando sobrecargarla y asegurando una operación eficiente.


En conclusión, la velocidad de impresión, medida en páginas por minuto (ppm), es un factor crucial al seleccionar una impresora, ya que determina el ritmo de trabajo y la eficiencia en el manejo de documentos. La importancia de este parámetro radica en su impacto directo en la productividad, especialmente en entornos que requieren altos volúmenes de impresión. La medición de la velocidad se realiza a través del estándar ISO/IEC 24734, proporcionando una base fiable para comparar distintos dispositivos. Además, factores como el ciclo de trabajo mensual, el tipo de documentos, y la tecnología de impresión influyen en la elección del dispositivo más adecuado. Las impresoras láser suelen ofrecer las mayores velocidades, convirtiéndose en la opción preferente para necesidades empresariales. Entender estos elementos es fundamental para tomar una decisión informada que se ajuste a las necesidades específicas de impresión, equilibrando adecuadamente velocidad, capacidad y calidad.

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